Torre del trovador

DAVID MAYOR

Ella espera. Sólo el cierzo ha llegado primero. Ese viento que baja desde el norte cortando la claridad del día en finísimas láminas. El cierzo se entromete y mueve con la fuerza de dos pasos la vida cotidiana, la cambia de lugar, inclina la mirada y tuerce los sentidos, apenas los árboles aguantan la embestida, los semáforos que tiemblan, edificios que resisten en sus grietas, hablando con susurros repetidos de fantasma.
Ella se refugia en su largo abrigo de fieltro rojo abotonado. Una bufanda larga ondea elegante, prolongación perfecta de su cuello. Ella mantiene la mirada entre las lágrimas del frío, fija en la ligera cuesta que sube del castillo. Espera, junto a su sombra, que también resiste la cierzada. Espera y recuerda el abrazo que le falta, los besos que son huellas, el silencio de entenderse con los gestos. Espera y recuerda. Espera porque sabe que vendrá. El amor es lo único que les queda, el amor mío, el amor tuyo. Mira la torre. Y sabe que está. Y sonríe.
La Aljafería. Torre del Trovador, siglos X-XI y XIV, nombre que evoca al protagonista del drama romántico El Trovador, de García Gutiérrez, a su vez inspirador del libreto de la ópera homónima de Verdi.
© Angélica Montes
La Aljafería. Arquerías del pórtico septentrional, en el núcleo regio y sagrado del palacio taifal, siglo XI.
© Javier Romeo
La Aljafería. Patio de Santa Isabel, en recuerdo del nacimiento de Isabel de Portugal (1271-1336) en el alcázar cristiano.
© Angélica Montes
Fachada oriental, reforzada por torreones y con entrada única entre dos de ellos, a semejanza de los palacios omeyas del desierto sirio.
© Angélica Montes
Espiral mudéjar de Diana Larrea, junto al Pabellón Puente. Las márgenes del Ebro están surcadas por paseos jalonados por intervenciones artísticas.
© Angélica Montes
Pabellón Puente, diseñado por Zaha Hadid para la Expo 2008. Un gran puente sobre el Ebro con diversos espacios y salas para exposiciones y eventos.
© Angélica Montes
Puente del Voluntariado, de Javier Manterola, homenaje a los voluntarios que participaron en la Expo 2008.
© Angélica Montes
Pabellones de la Zona Expo recientemente adaptados para acoger la Ciudad de la Justicia.
© Angélica Montes
Jugando con el agua.
Fuente interactiva en el Recinto de la Expo 2008.

© Angélica Montes
Palacio de Congresos de la Expo 2008, diseñado por los arquitectos Nieto y Sobejano. A su lado, la obra Alma del Ebro, de Jaume Plensa.
© Angélica Montes
Palacio de Congresos, vista desde la calle Pablo Ruiz Picasso.
© Angélica Montes
Parque del Agua.
Ocio temático en torno al agua.
Al fondo, Torre del Agua del arquitecto Enrique de Teresa.

© Angélica Montes
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Atardecer tras la Torre del Agua.
© Angélica Montes
Puente del Tercer Milenio, obra de Juan José Arenas. El mayor del mundo con tablero suspendido de arco hecho en hormigón.
© Angélica Montes
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Estación Zaragoza-Delicias, diseñada por un extenso grupo de arquitectos e ingenieros, encabezados por Carlos Ferrater y José María Valero.
© Daniel Surutusa
Interior de la estación. Inaugurada en 2003, obtuvo al año siguiente el premio FAD de Arquitectura.
© Angélica Montes
La Pasarela de Delicias conecta la Estación del mismo nombre con Etopia Centro de Arte y Tecnología. Obra del ingeniero Juan José Arenas, 2008.
© Angélica Montes
Fuente de Ranillas.
© Angélica Montes
Fuente Glaciar.
© Angélica Montes